Asignación minis-maxis

 En mi colegio, el IES Ramiro de Maeztu, es tradición que los alumnos de segundo curso "apadrinen" a un alumno de primero. A los estudiantes de segundo les conocemos como "maxis" y a los de primero "minis". El fin de esta tradición es que los estudiantes más experimentados ayuden en todo lo posible a los estudiantes recién iniciados en el bachillerato internacional. 

Tras las primeras clases del bachillerato internacional, salí abruamada. Me preocupaban las evaluaciones internas, el CAS, TdC, la monografía e incluso los exámenes de mayo que me esperaban al cabo de dos años. Como era nueva en el colegio, tampoco sabía a quien preguntar para que me diera consejos y resolviera mis dudas pues mis compañeros de clase se encontraban tan asustados como yo. 

Al cabo de unas pocas semanas, me presentaron la idea de los minis-maxis. Me asignaron a una alumna que cursaba segundo. Esta chica se llamaba Leah. Al principio del curso quedamos y me entegó un pendrive con un montón de apuntes. A lo largo de curso estuvo siempre abierta a que le preguntara cualquier duda y quedábamos cuando yo lo necesitaba. Esta chica me ayudó muchísimo y no puedo estar más agradecida de toda la paciencia que tuvo conmigo. 

Aunque Leah era mi maxi, lo cierto es que en mi colegio hay muy buena relación entre los maxis y los minis. Así, todos estábamos dispuestos a ayudarnos entre todos con cualquier duda. Y todavía, aunque ellos ya estén en la universidad, seguimos manteniendo el contacto y han seguido ahí para ayudarnos a afrontar segundo. 

Al pasar de curso, nos tocaba a nosotros ser los maxis. Mi compañera Blanca y yo nos encargamos de hacer la asignación. Como todavía era Septiembre y no habíamos tenido tiempo de conocer a los minis, decidimos realizar un formulario para que respondiéramos todos con todo tipo de preguntas, algunas relacionadas con nuestros hobbies, gustos, objetivos etc. Lo hicimos de este modo pensando que sería más eficiente emparajar a personas que compartieran cosas en común. Así, sería más fácil que los minis se sientieran cómodos a la hora de hacer preguntas. El formulario que pasamos fue este:

Cuestionario minis-maxis

El emparejamiento este: 

Luego decidimos crear un grupo de whatsapp con todos nosotros (maxis y minis) para asegurarnos que, en caso de que los minis no se sientieran tan cómodos con el maxi asignado, no se quedaran con ninguna duda y pudieran pregutarnos a todos por el nuevo grupo. Este grupo también sirvió para difundir información acerca de distintas actividades que resultaran interesantes. 

El CAS ha sido un componente de unión entre los dos cursos. En los talleres de artualízate, senderismo, debate, la liga de baloncesto, los voluntariados etc, en todas estas actividades hemos podido mezclarnos entre nosotros, socializar y hacer muy buenas migas. A medida que ha ido pasando el curso, nos hemos ido dando cuenta que hay gente que, por su personalidad, ha congeniado mejor con otros maxis y minis distintos a como Blanca y yo los habíamos emparejado a partir del cuestionario. Evidentemente, esto es algo normal, pues la asignación a partir de un cuestionario no es del todo acertada. Sin embargo, queríamos asegurarnos de que los minis al comienzo del curso, cuando todavía no nos conocíamos, pudieran tener a una figura de apoyo. 

Mi mini se llama Rebeca y es una chica encantadora. La he intentado ayudar en todo lo que he podido, dándola consejos, pasándola apuntes, contestando a sus cuestiones e inténtandola apoyarla en los momentos de exámenes. Aún así, siempre he estado abierta a ayudar a cualquier otro mini y también compañeros de mi clase que lo necesitaran. 

Además de esto, también hemos creado una carpeta de drive entre toda la clase para ir subiendo documentos interesantes e útiles a la hora de abordar distintas cuestiones dentro del programa del diploma. 

Está claro que sacar el bachillerato internacional es mucho más fácil cuando recibes ayuda y apoyo de otros compañeros. No puedo estar más agradecida con el instituto por habernos transmitido esta idea desde el principio. A lo largo de estos 2 años he aprendido a valorar el verdadero poder del trabajo en equipo.