Ningún niño sin sonrisa

 Participar como voluntaria en el proyecto "ningún niño sin sonrisa" fue bastante estresante a la vez de emocionante y conmovedor. El proyecto tenía como objetivo que cada niño de Madrid pudiera recibir al menos un regalo por Navidad. Para lograr esto, se necesitaron muchísimo voluntarios que se encargaran de recoger juguetes donados, organizar dichos juguetes, clasificarlos, envolverlos, distribuirlos etc. 

En un principio yo me encargué de donar los juguetes que todavía tenía en casa. Sin embargo, tenía poco que ofrecer puesto que ya había donado mis juguetes en años anteriores. Por ello, esta vez traté difundir la idea del proyecto a través de mis redes sociales. Pensé que así gente de mi círculo social se animaría a donar juguetes también. 

Los últimos días de diciembre y los primeros de enero también me ofrecí como voluntaria para ayudar a envolver y organizar todos los juguetes. Para apuntarme solo tuve que rellenar un formulario de manera online y apuntar mi disponibilidad. 

El primer día que fuí me quedé alucinada. El lugar desde dónde se organizaba el proyecto era un colegio muy grande, todo lleno de juguetes donados. Cada pasillo, cada aula y cada uno de los 5 pisos del colegio estaban llenos de bolsas numeradas con juguetes. Éramos muchísimos voluntarios los que estábamos allí y los coordinadores llevaban una organización realmente sorprendente. Ahora bien, quedaba muchísimo trabajo para hacer y las cosas iban contrareloj. A mí los 2 primeros días me asignaron la tarea de ir colocando los juguetes de la planta 4 y 5 en sus bolsas correspondientes según el número que ya estaba indicado en el envoltorio. El tercer día me dedique a envolver los últimos regalos y, el cuarto estuve moviendo cajas de un edificio a otro para dejarlo fianlmente preparado ya para la noche de reyes. 

Aunque me hubiera encantado ver a los niños recibir sus regalos, ese día ya no pude asistir como voluntaria. Algunos amigos que pudieron estar allí me contaron que fue un momento muy bonito. 

Me parece que la iniciativa de "ningún niño sin conectar" es un proyecto realmente complicado de coordinar y más, en un momento marcado por la situación sanitaria en la que nos encontramos ahora mismo pues, es difícil predecir con cuantos voluntarios se puede contar. El trabajo que se hizo en aquel colegio fue impresionante, nunca antes había visto o imaginado algo parecido.

A su vez, considero que es un voluntariado muy especial. La noche de reyes siempre ha sido una de mis noches favoritas del año cuando era niña. Siempre he tenido la suerte de poder compartirla con mi familia y de recibir regalos muy generesos. Sin embargo, no todos los niños tienen una suerte ni parecida. Mis padres desde muy pequeña me han acompañado a donar aquellos juguetes que ya no utlizaba para que otros niños pudieran disfrutar de ello. 

De esta experiencia me llevo valores de compromiso, esfuerzo, generosidad y sobre todo alegría de poder ayudar al resto y de haber disfrutado.

https://youtube.com/shorts/qNkdusIDcHI?feature=share


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